Los peluches como apoyo para los niños que tienen dificultades para dormir
¿Sabías que los osos de peluche pueden ayudar a tus hijos a reforzar sus hábitos de dormir?
A través de una alianza estratégica entre NEUROingenia y Build-A-Bear, las especialistas en psicología clínica para adolescentes y niños, Regina Ojeda, Erika Proal y Karla Hernández nos comparten varios tips y beneficios que los peluches pueden brindar a los pequeños durante su desarrollo.
Para todos los seres humanos dormir es una necesidad biológica esencial, es un proceso activo que ocupa una tercera parte de nuestra vida. Además, el sueño promueve sentirse alerta, mejora la memoria y es parte importante para la salud y el desarrollo. En el caso de los niños, aquellos que duermen mejor tienen un adecuado funcionamiento en todas las áreas y son menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad.
La cantidad de horas de descanso depende de las actividades que realice cada persona así como de la edad, costumbres, estado de salud y el ambiente en el que se vive. Para los pequeños en etapa preescolar la cantidad de horas que deben dormir es de 10 a 12 horas y para los adolescentes es de 8 a 10 horas de descanso, por lo que muchas veces para los padres la hora de dormir se convierte en todo un reto, ya que sus hijos siempre piden más tiempo para jugar, tienen miedo o simplemente desean seguir durmiendo a su lado.
Los peluches pueden ser ideales para manejar este tipo de situaciones ya que en estos casos el osito puede ayudarnos a hacer un puente entre las actividades diarias y la hora de dormir, bajando gradualmente la actividad y controlando la ansiedad. Podemos usar al oso como un modelo para trabajar ejercicios de respiración, los cuales ayudan a conciliar con mayor facilidad el sueño, además, la textura del osito, así como su olor ayudarán a relajar a los pequeños.
Por otro lado, algunos padres y madres de familia habrán identificado que sus hijos tienen pesadillas, para estas situaciones se puede incluir al osito como un confidente, ya que a través de él se podrá investigar los sentimientos de los hijos y saber más acerca de su estado de ánimo, miedos, inquietudes, etc. Tu hijo pensará que están jugando y lo sentirá menos amenazante que realizar preguntas de forma directa.
Como nos comparten las especialistas en psicología clínica para adolescentes y niños, al lograr que los pequeños vean al oso tanto como un juguete como un compañero, es posible crear un vínculo natural donde será divertido compartir momentos con su amigo de peluche y al mismo tiempo, les ayudará en las diferentes etapas de su crecimiento.