Pequeños cambios en la vida cotidiana aseguran mayor gasto de calorías que el ejercicio

Es muy común que las personas piensen “puedo comer lo que sea porque estoy haciendo ejercicio”, al igual que “no importa lo que coma porque al rato voy a ir al gimnasio”, lamentablemente estas ideas no son del todo ciertas.

Hacer ejercicio sí ayuda a perder peso, pero no es la única forma. En realidad, la forma adecuada es tener un plan integral de estilo de vida.

Para despejar dudas al respecto, la Dra. Leticia Neria López, integrante del Movimiento Ciencia en Obesidad, explica: “Como tal no existe una equivalencia entre los alimentos que se consumen y cuánto ejercicio se tiene que hacer para quemarlos. No hay una relación directa entre hacer ejercicio y lo que comemos, pero en general es una de las formas más básicas para perder peso. A través del ejercicio lo que se busca es hacer un desbalance energético donde el gasto sea mayor que la entrada, pero también por el gasto energético basal se pueden perder kilocalorías y así perder peso. Muchas veces pensamos que para perder peso tenemos que hacer ejercicio y puede no ser necesario. Siempre va a ser bueno porque te va a ayudar en la generalidad de tu estado de salud, pero si lo vemos en calorías, una persona gasta muchas más calorías sólo por existir que por hacer ejercicio”.

De acuerdo con el Dra. Neria, cada kilo se conforma por 7 mil kilocalorías, aproximadamente. El gasto energético basal de una persona promedio oscila alrededor de 1,500 calorías, si se cursa con sobrepeso u obesidad puede ser hasta de 2,000 calorías. Entonces, si alguien tiene un plan de alimentación de 1,500 calorías, todos los días estaría teniendo un déficit de 500 calorías, así, con el paso del tiempo, va a lograr perder esas 7 mil kilocalorías previamente mencionadas.

“El ejercicio ayuda de manera general a mantenerte en un estado óptimo de salud y/o a incrementar la masa muscular para que se utilicen esas calorías, pero como mencionaba, no es una buena forma de perder calorías. Hacer ejercicio puede constituir el 10% o el 15% del gasto energético por día de una persona. Por ejemplo, pensemos en un panqué que tiene 400 calorías. Hacer media hora de bicicleta a una intensidad moderada te ayuda a perder 200 calorías, es decir, así no vas a alcanzar a perder las calorías completas de un panqué, pero, si tu gasto energético basal es de 1,500, el panqué de 400 calorías ya está impactando ahí. El ejercicio es un buen mecanismo de mantenimiento, pero para pérdida de peso lo más importante siempre es un buen plan de alimentación. No podemos decir que el ejercicio ayuda a que no se acumulen esas calorías que podríamos tener de más por una mala alimentación”, indica.

Es importante distinguir la diferencia entre actividad física y ejercicio, ya que no es lo mismo. La actividad física es cualquier movimiento que involucre hueso, músculo y movimiento como tal. Hacer ejercicio es cuando esto se hace de forma intencionada, organizada y por un tiempo determinado.

La especialista asegura que en general gastamos más calorías haciendo actividades que no son ejercicio, por ello, recomienda algunos cambios en la vida cotidiana que pueden lograr grandes diferencias, como:

  • Caminar al trabajo si es posible. Si viajas en transporte público, intenta bajarte una parada antes y caminar el trayecto que falte.
  • Si tienes auto, estaciónate más lejos de las entradas de tu trabajo para caminar un poco más.
  • Prefiere usar bicicleta en lugar del auto si la distancia lo permite.
  • Sube escaleras en lugar de usar elevadores o escaleras eléctricas.
  • Sal los fines de semana en vez de ver la televisión.
  • La gente que trabaja en oficina, puede levantarse cada hora por lo menos y subir un piso o dos (aunque no tengan nada que hacer ahí) o bien, aprovechar para caminar de un área a otra y regresar a su lugar de trabajo.

“Estas acciones por pequeñas que parezcan, pueden representar más gasto calórico que una sesión de ejercicio de media hora o una hora. La gente suele pensar ‘prefiero ir al gimnasio y estar acostado todo el día’, cuando es mucho mejor que te muevas todo el día a que vayas al gimnasio una hora”, concluye la Dra. Leticia Neria López.

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