Cáncer de Pulmón: el diagnóstico no es destino
Liliana Flores Bracho una joven mamá, ejecutiva y ocupada profesionista siempre se daba tiempo de realizarse su chequeo médico anual pues le gustaba gozar de una buena salud y siempre estaba al pendiente de ella misma; sin embargo, en agosto de 2017 fue el último chequeo médico que se realizó antes de que le diagnosticaran cáncer.
A pesar de no ser fumadora, de no haberse expuesto por largo tiempo a humo de leña o tener antecedentes familiares (tres de los factores de riesgo para desarrollar este tipo de cáncer), en 2018 comenzó a experimentar algunos de los síntomas más frecuentes de esta enfermedad: tos crónica, dolor de pecho y espalda.
Liliana acudió al médico quien le prescribió antibióticos muy fuertes; de igual manera tomó jarabes y remedios caseros pero la tos persistía. Meses después notó que un ganglio apareció en su cuello, el cual, a sugerencia de su doctor, fue analizado a través de una biopsia. Liliana, que para ese momento ya presentaba neumonía, fue diagnosticada con cáncer de pulmón a la edad de 38 años.
El cáncer estaba muy avanzado, el doctor le explicó que la enfermedad inició en el pulmón derecho, pasó al pulmón izquierdo, así como a toda la red ganglionar; pero el cáncer de Liliana ya había hecho metástasis fase 4, desde el cuello hasta el abdomen.
El cáncer de pulmón de células no pequeñas es la quinta causa de muerte en el mundo y se estima que en México cada día fallecen 18 personas. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2018 esta enfermedad cobró la vida de 6,733 personas y en el mismo año se detectaron 7,811 casos nuevos.
El Dr. Feliciano Barrón Barrón, oncólogo médico del Instituto Nacional de Cancerología comenta que “el cáncer de pulmón es un problema de salud a nivel mundial, su incidencia es de 2 hombres por cada mujer. Hay varios factores de riesgo que pueden hacer que aumenten las probabilidades de padecer cáncer de pulmón, algunos de ellos son el tabaquismo, el humo de leña, la exposición a radón y asbesto, la contaminación ambiental y antecedente personal o familiar de este tipo de cáncer”.
La mayoría de los casos de cáncer de pulmón no denotan ningún síntoma, sin embargo, entre los más frecuentes se encuentran la tos que no desaparece o que empeora, dolor en el pecho que a menudo empeora cuando se respira profundamente, tose o se ríe, ronquera, pérdida de peso y pérdida de apetito, tos con sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado, dificultad respiratoria, cansancio o debilidad, infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que siguen recurriendo y silbido de pecho, menciona el especialista en oncología médica.
Liliana se puso en manos del Dr. Oscar Arrieta, especialista en oncología médica del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), quien la sometió a tratamientos médicos de quimioterapia e inmunoterapia para reaccionar rápido en contra de la enfermedad ya que ésta se encontraba muy avanzada. Cuatro meses después de iniciar su tratamiento la noticia de los médicos fue que los tumores disminuyeron de manera considerable. Esta noticia la alentó aún más a continuar su tratamiento al pie de la letra y encontrar una esperanza de curación.
Sin embargo, debido a que aún presentaba algunos tumores en la zona ganglionar del cuello, los médicos le recomendaron someterse a radioterapia y radio-cirugía en los pulmones. Y es justamente por la ubicación de los tumores en la zona del cuello que el cáncer hizo metástasis en el cerebro, el cual detectaron en diciembre de 2018.
Actualmente Liliana inició un nuevo tratamiento con el medicamento, Alectinib, una terapia de última generación para cáncer de pulmón.
El Dr. Jerónimo Rodríguez Cid, titular de la clínica oncológica torácica del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias explica que “desafortunadamente esta enfermedad se detecta en la etapa más avanzada, donde generalmente se encuentra metástasis, sin embargo, los avances durante los últimos años han sido impresionantes. Gracias a la innovación en tecnología se han podido subdividir algunos tipos de cáncer en alteraciones moleculares. Al entender esta enfermedad de forma molecular es posible desarrollar tratamientos que ataquen de forma específica esa alteración que presenta ese cáncer”, agrega.
Señala que en la última actualización del estudio ALEX fase III, publicado en el Journal of Thoracic Oncology, demostró que Alectinib proporciona un beneficio constante para las personas con cáncer de pulmón de células no pequeñas ALK-positivo. Los resultados actualizados mostraron una reducción del 57% en el riesgo de progresión de la enfermedad o muerte en las personas tratadas.
Alectinib es una de las últimas innovaciones de Roche para tratar el cáncer de pulmón de células no pequeñas, así como Atezolizumab, anticuerpo monoclonal el cual puede ser utilizado en combinación con terapias dirigidas y diversas quimioterapias en una amplia gama de diferentes tipos de cáncer, sin embargo, en 2018, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios le otorgó la aprobación como tratamiento de segunda línea para pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas.
Liliana sigue adelante con sus tratamientos, pero ante todo con una actitud positiva. El apoyo de la tanatología, de sus médicos y, muy importante, de sus seres queridos ha sido fundamental para lograr la entereza con la que afronta su enfermedad.
El dolor más grande que puede tener una persona es la pérdida de la salud, comenta Liliana, pero algo que ha descubierto es que la actitud forma parte muy importante en el tratamiento tanto como los medicamentos, por ello, dice, debemos de sumar esfuerzos para que las personas enfermas tengan acceso a los tratamientos, pues se puede luchar por una buena calidad de vida y agradecer vivir un día más, el diagnostico no es destino.
Costo económico y humano del cáncer de pulmón
Unidad de Inteligencia de The Economist
Según un estudio realizado por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU), por sus siglas en inglés), y patrocinado por Roche. El cáncer de pulmón provoca la muerte de más personas en América Latina que cualquier otro tipo de cáncer. En 2012, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) anunció que apenas un poco más de 60,000 personas murieron de cáncer de pulmón en los países incluidos en este estudio.
Las cifras de la carga mundial de morbilidad (CMM) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sitúan la cifra de 2016 apenas por encima de 65,500. En ambos casos, esto representa un incremento de 10,000 vidas perdidas con respecto a las causadas por el segundo cáncer más letal y alrededor del 12% de todas las muertes por neoplasias.
Parte del estudio realizado por EIU, modeló el impacto económico de la enfermedad en los países estudiados. En sus cálculos se consideraron los costos directos, tales como intervenciones médicas, diagnóstico, tratamiento y cuidados paliativos, además de considerar los indirectos, como pérdida de productividad por ausencia laboral y mortalidad temprana. Sobre estos factores su determinó que las personas diagnosticadas en fases avanzadas requieren un tratamiento más costoso. Este factor exhibe un alto desbalance en las economías de las personas afectadas, ya sea que se encuentren laborando o jubiladas.