La prevención es clave para la inocuidad de los alimentos

El Día Mundial de la Inocuidad Alimentaria, conmemorado por sexta ocasión este 7 junio bajo el lema “Preparémonos para lo imprevisto”, subraya la importancia de estar preparados para los incidentes relacionados con la inocuidad de los alimentos, ya sean leves o graves.

Éstas son situaciones en las que existe un riesgo potencial o confirmado para la salud asociado al consumo de alimentos.

Una de cada diez personas enferma cada año en el mundo por consumir alimentos contaminados.

Andrés Rivera García, químico en alimentos de Esteripharma® explica que “la inocuidad de los alimentos se refiere a la carencia de peligros que puedan perjudicar la salud de los consumidores, o que el nivel de riesgo sea aceptable según las autoridades regulatorias correspondientes, para garantizar la seguridad de su consumo”.

Esta inocuidad está implícitamente involucrada en cada parte del proceso de la cadena de suministro: desde la producción o cosecha inicial, pasando por el procesamiento, almacenamiento, distribución y transportación, hasta la manipulación, preparación y, finalmente, el consumo.

Es por ello que todas las personas involucradas en cada punto de esta cadena tienen una participación activa en el cuidado y procuración de la inocuidad alimentaria.

El 40% de las enfermedades transmitidas por los alimentos afectan a niños menores de 5 años.

¿Qué podemos hacer para “prepararnos para lo imprevisto”?

De acuerdo con Rivera García, hay dos aspectos importantes por los que podemos empezar, entre otros tantos, para reforzar la inocuidad alimentaria en casa:

Conservar los alimentos a una temperatura adecuada

Refrigeración de los alimentos.

Generalmente, el almacenamiento en refrigeración ayudará a retardar el deterioro de los alimentos ya sea por oxidación, crecimiento microbiano o cualquier otra forma de descomposición.

Mantener una limpieza estricta durante el manejo y la preparación de los alimentos

Todas las superficies que tienen contacto con los alimentos, incluidas las manos y los utensilios de cocina (tablas de picar, cuchillos, cucharas, vajillas, etc.) requieren estar limpias y desinfectadas para asegurar la higiene en todo momento.

“Antisépticos y desinfectantes a base de soluciones electrolizadas de superoxidación con ph neutro, mejor conocidas como SES, son auxiliares efectivos para estos propósitos. Se trata de sustancias no tóxicas y amigables con el medio ambiente, que además de inactivar microorganismos patógenos pueden ayudar a la preservación de la frescura de los alimentos sin afectar sus propiedades nutricionales”, agrega Andrés Rivera García.

Las medidas preventivas y la educación en materia de inocuidad también son acciones que involucran a cada gobierno, empresas alimentarias y consumidores.

Por ello, evitar la contaminación de alimentos requiere del reforzamiento en las prácticas enfocadas en la vigilancia y control. “Desde casa podríamos mantenernos informados para saber cuáles son las repercusiones en caso de imprevistos y cómo debemos responder ya que todos somos gestores de riesgos”, finaliza el experto.

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