Ejercicio y la Lucha Contra el Cáncer
La actividad física juega un papel fundamental en la prevención y el tratamiento del cáncer. Diversos estudios han demostrado que mantenerse físicamente activo puede reducir el riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer, como el de mama, colon y pulmón.
La Sociedad Americana de Cáncer enfatiza que el ejercicio es seguro y altamente beneficioso antes, durante y después del tratamiento oncológico, ya que contribuye a mejorar la calidad de vida, aumentar la energía y reducir efectos secundarios.

Las fases recomendadas del ejercicio en pacientes con cáncer
- Antes del tratamiento: Mantener la actividad física favorece la recuperación y reduce complicaciones.
- Durante el tratamiento: Adaptar la intensidad según la capacidad y los efectos secundarios.
- Después del tratamiento: Aumentar gradualmente la actividad para mejorar la calidad de vida y reducir la posibilidad de recurrencia.
- Cáncer avanzado: Puede mejorar la movilidad, reducir el cansancio y aumentar la calidad de vida.


Consejos prácticos para mantenerse activo
- Consultar siempre con un médico antes de comenzar una rutina de ejercicio.
- Evitar superficies peligrosas y espacios con riesgo de infección.
- Iniciar lentamente y aumentar la intensidad progresivamente.
- Incorporar el ejercicio en la vida diaria (caminar, subir escaleras, bailar).
- Hacer que el ejercicio sea divertido y motivador.
El movimiento es un aliado poderoso en la lucha contra el cáncer, y juntos podemos hacer de la actividad física un pilar clave en la salud y el bienestar.
Con información de Sports World.