#MiOtraVida|Ser guardiana de tu sombra

“Uno de los roles esenciales [del amor evolucionado] es que cada una de las personas en la relación se convierta en el guardián de la sombra del otro (…), en alguien que (…) lo cuida y protege con compasión incondicional, sin permitirse ser lastimado ni manipulado…“–Andrew Harvey

Si yo fuera guardiana de tu sombra, tendría que protegerla para que no se hiciera más obscura. Al protegerla a ella, te protegería a ti. Sería necesario tener consciencia de que su existencia no te determina, pero sí es parte de ti; una parte vulnerable, lastimada, cuya intención no es dañarme a mí, sino protegerte a ti del dolor.

Pero, ¿cómo podría yo convertirme en guardiana de tu sombra si no comprendo mi propia sombra? ¿Cómo comprender, con empatía, que tu lado obscuro no es más que tu niña interna asustada, si no me doy cuenta de cómo mis temores, mis heridas antiguas, mis carencias emocionales, son las que proyectan mi propia sombra, en una suerte de escudo que pretende evitarme el sufrimiento, tal como te ocurre a ti?

Cuando tu sombra amenaza a la mía, nos enganchamos, nos juzgamos, nos manipulamos y nos lastimamos.  Lo hacemos desde el miedo que sentimos, cada una a sus propios monstruos: el abandono o la pérdida; el menosprecio; la falta de control; el dolor. Lo hacemos buscando, de forma inconsciente, la falsa seguridad de la posesión, del reconocimiento, del poder, del placer. Como si con eso pudiéramos garantizarnos a nosotras mismas alguna certeza que nos de seguridad, paz, felicidad.

Y en el camino, perdemos de vista lo mucho que nos amamos; el anhelo que tenemos de contribuir a la felicidad de la otra; la capacidad personal de brindarnos a nosotras mismas la seguridad y la paz que necesitamos incluso ante la irrenunciable incertidumbre que caracteriza a la vida.

Cuando logramos ver a través de estas tormentas personales que nos nublan la sabiduría, somos capaces de parar, de no reaccionar, de retroceder para tomar perspectiva, de responder de manera consciente con esa vocación compasiva y serena que brinda el amor cuando no está empañado por el miedo.

¡Cuánto trabajo personal se requiere para mirar al otro con claridad y darnos cuenta de cuándo estamos viendo lo que es y cuándo estamos viendo lo que nosotros proyectamos desde nuestras historias, juicios y miedos! Es por eso que esperar que el otro cambie es tan inútil. Ni siquiera sabemos realmente en donde está parado, porque no lo percibimos con claridad; de manera que, ¿cómo pedirle que se mueva de lugar? Lo más sensato y efectivo sería mirar hacia adentro; ser autocrítico; cambiar yo, para que cambie mi percepción del mundo y pueda verte con nitidez a través de los lentes del amor.

Quiero abrazar mi sombra; comprender que no me determina, pero que sí es parte de mí; una parte vulnerable que requiere de todo mi amor por mí misma, para comprender que incluso ante la incertidumbre, estoy segura y puedo estar en paz. Quiero lograrlo, y así, poder convertirme también en guardiana de tu sombra. ¡A trabajar!

 

Acerca de la autora

Lilyán de la Vega es Coach de Vida, Instructora de Meditación, Conferencista, Activista por la Sororidad y Autora del libro Lecciones para Volar para una Bruja Moderna, publicado por Ediciones B.  

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